lunes, 5 de septiembre de 2022

ACERCANDOME AL MISTERIO DE TU PRESENCIA

Basta que me mires o mejor aún, me saludes, me hables para que así mi corazón se expanda. Hay veces que te observó de lejos, esperando cruzarme con tu mirada, pero ocurre lo imprevisto, algo llama mi atención haciendo que gire mi cabeza en otra dirección, pero mientras realizó el gesto, por el rabillo del ojo veo que quien era el motivo de mi observación inicia su búsqueda de encuentro con mi mirada, pero mi mirada , ahora va para otro lado, me doy cuenta que mi corazón sufre.
     Sólo me queda esperar que el instante mágico que quizás venga el siguiente día o incluso la siguiente semana.  
     A veces también ocurre que súbitamente siento que me miras, pero cuando volteo para acudir al encuentro de tu invitación, tú has comenzado a girar tu vista hacia otro objetivo.
     En otras, he querido verte todo el día, pero cuando pasas cerca mío, vas a una velocidad tal que sólo hay tiempo para un resbaladizo hola y chao, y desapareces hasta un nuevo día o ina semana próxima.