Hace unos días escuchaba la voz del nahual transmitida por los cuatro vientos, en esta ocasión era clara la voz de Nataly, la que me decía que debía considerar su entrega como un hermoso regalo. Mientras yo íntima a con mi esposa el rostro de esta bella mujer se configuraba espontáneamente en mi mente, casi como si yo hubiese estado con ella. Mi sueño ulterior fue literalmente lo que había hecho con mi señora en la intimidad de nuestra habitación. Anduve con dicha imagen por varios días. En verdad podría decir que fue un inusitado regalo. Había sido una verdadera película sensorial.
Meses antes, había recibido una "solicitud" muy parecida de otra persona, lamentablemente dudé en aceptar y hasta el día de hoy siento que esa duda fue más bien una oportunidad perdida. Esta persona, cuyo nombre mantendré en reserva, se retiró de la instalación en que compartíamos. No está demás señalar que a ella la había visto en sueños en variadas oportunidades. Tengo la impresión de que dicha realidad para ella también le era familiar.
